"Imaynalla Kasanki" "Kamisaraki Jillatanaka Kullanaka" "Sensak pichau"
"Mari Mari Kom Pu Che".. Hermanos y Hermanas Indigenas...
Hoy en día estamos dando un paso importante en cuanto al proceso que se ha ido conversando hace años de "POLITICA DE HOGARES INDIGENAS", y ahora los estudiantes Indigenas de Chile hemos demostrado al gobierno, a la opinión pública que somos capaces de proponer Políticas para la implementación y mantenimiento de nuestros Hogares, sobre todo el poder mantener dentro de estos nuestra hermosa cultura y manera de ver el mundo, asi poderla prevaler y conservar valores, creencias y costumbres nuestras, e ir formando profesionales para el futuro de nuestro pueblo comprometidos con la causa, profesionales con IDENTIDAD...porque un pueblo sin identidad.. es un pueblo sin alma...
(....la demanda de hogares para estudiantes indígenas tiene larga data y se inscribe en la demanda histórica de los pueblos indígenas por educación. Sin embargo, es la primera vez que convergen instituciones del estado y las organizaciones estudiantiles indígenas en pos de dar una solución integral a esta demanda histórica.....)
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Antofagasta
Reunión en la mesa regional, agrupación indigena de Antofagasta en conversación por tener un hogar en la zona.
Antecedentes Históricos de la Demanda
Los hogares deben su existencia a un fenómeno histórico de migración campo ciudad que se remonta a inicios de siglo XX. De esta manera se entiende que la demanda se encuentre contenida en los discursos y documentos de las primeras organizaciones indígenas (en el caso mapuche 1910)
La demanda por educación y por su intermedio con una política de “internados” en las principales ciudades de chile tiene una data histórica registrada largamente. (Foerster y Montecinos, 1988; Bengoa José 2000, Mariman, Pablo, 2008) La educación ha sido vista como un camino para salir de las condiciones de pobreza y discriminación que sufren los pueblos indígenas.
Existen hitos históricos respecto de las respuesta a la demanda por parte del Estado. Uno de esos hitos lo constituye la administración del Presidente Allende, quien en la década de los 70 genera un proceso de inversiones que se cristaliza en la aprobación de 17 mil becas indígenas, además de la construcción e implementación de hogares en distintas partes del territorio nacional (Diario Austral: Junio, 1972). De acuerdo a esta información, el gobierno invirtió en hogares en la ciudad de Temuco, Santiago y Victoria, además de la construcción en el año 71 y 72, del Centro de Capacitación Campesino Mapuche, actual hogar Pelontuwe. Cabe recordar que todos estos espacios fueron expropiados por el régimen militar.
A principios de los 90 la creación de hogares se desarrolló bajo la presión constante del estudiantado indígena. En el año 1992 se crea el hogar ubicado en Temuco, en calle Miraflores. Este hogar es fruto del acuerdo entre la CEPI y la Universidad Católica de Temuco, para albergar en ese espacio a los primeros estudiantes de la recién creada carrera de Pedagogía Básica Intercultural. En el año 1993 se traslado al espacio que hasta ese momento era ocupado por la CEPI, conocido como el Hogar Claro Solar. Este hogar se mantuvo allí hasta principios del año 1997, administrado por una asociación indígena creada por los mismos estudiantes.
Sin embargo no fue hasta el año 1997 cuando el conflicto estalla ante el término del apoyo económico por parte de CONADI. Uno de los argumentos es que no existía una línea presupuestaria en relación a los hogares. De esta forma los estudiantes mapuche dan inicio a uno de los hechos más significativos de la lucha estudiantil por hogares indígenas y que dio como resultado la recuperación del espacio denominado “Hogar y Centro de Desarrollo Sociocultural” en el año 1997. Desde esa fecha el Estado de chile ha debido asumir esta demanda sobre la base de pequeños programas, con recursos escasos y una débil institucionalidad.
En la actualidad el Estado ha reconocido en forma paulatina las injusticias históricas cometidas con los pueblos indígenas que habitan el territorio nacional. Este es el caso del Informe de Verdad y Nuevo Trato, que registra la usurpación de los territorios por parte del Estado y de particulares, así como los procesos de discriminación en el ámbito educacional.
De este documento surgieron una serie de recomendaciones, entre las cuales se encuentra el derecho colectivo de los Pueblos Indígenas a incidir en la educación de sus miembros, además de reconocer, proteger y fomentar las prácticas e instituciones culturales propias de los pueblos Indígenas.
Por último, el documento del gobierno, “Reconocer: Pacto Social por la Multiculturalidad” viene a reforzar en términos políticos la apuesta por reconocer las diferencias culturales como tema transversal a las instituciones públicas y como desafío para encarar el Bicentenario.
¿Por qué queremos hogares? ¿Cómo lograrlo?
La educación en si misma es vista como una herramienta para generar mejores condiciones de vida, igualdad, reconocimiento y protección de derechos básicos, inclusión social, entre otros. En este sentido, los estudiantes indígenas han consensuado que los espacios denominados “Hogares Indígenas” son los más adecuados para el cumplimiento de estas condiciones. Los hogares entregan elementos de pertinencia cultural en cuanto a espacios de interacción social y contenidos propios de la cultura de nuestros pueblos, contenidos que no se encuentran integrados a la educación oficial y que refuerzan nuestra identidad sociocultural. La idea de construir hogares indígenas en zonas urbanas es de larga data. Sin embargo han sido escasos los momentos en que la demanda ha sido atendida y comprendida en su real dimensión. En las últimas dos décadas, la política de gobierno ha sido omitir la demanda por no contar con los instrumentos jurídico-administrativos y si la ha reconocido ha sido en calidad de demanda individual. De esta manera los hogares indígenas han vivido en una situación de inestabilidad constante, lo que ha desembocado en fuertes movilizaciones especialmente en la zona sur.Por su lado los estudiantes indígenas han planteado el problema haciendo hincapié en el carácter colectivo de la demanda y participativa en su origen, criterio que no cumplen las Becas de Residencia. Estas encaran el tema asociando la solución a un imaginario individualista y no colectivo, además de ser impulsados mediante procesos carentes de participación social. Esta oportunidad histórica requiere dar un salto en cuanto a la calidad entregada en relación a la demanda. De allí que se asocie a esta la construcción de Centros de Desarrollo Sociocultural que vaya en directo apoyo al trabajo desarrollado por las directivas de los hogares. Por otro lado esta iniciativa abre un espacio de participación a los profesionales egresados, como una forma de retroalimentar y proyectar la inversión efectuada en el plano social. La solución planteada implica una apertura de los hogares hacia la sociedad mapuche y no mapuche por medio de los Centros de Desarrollo Sociocultural. Se apuesta entonces por el camino de la apertura y diálogo cultural con el entorno y no un cierre cultural, pues se debe convivir con lo urbano. Las ideas fuerzas que han impulsado la lucha por hogares/residencias indígenas, es que estos son espacios de contención ante la pérdida acelerada de la identidad y la lengua mapuche en espacios urbanos. Allí se recrean las solidaridades grupales y la cohesión frente a un contexto agresivo con la diferencia. En estos espacios además, se busca fomentar la recuperación de la cultura entendida ampliamente como aquellos elementos que le dan sentido a la vida de una sociedad, pero también en relación con el rescate de las manifestaciones culturales. En definitiva, la idea de construir una política de hogares indígenas es resolver una carencia de las políticas estatales en relación a los pueblos indígenas, transformándola en un desafío político y administrativo. En tal sentido la oportunidad política nos indica que es el camino correcto, en tanto esta administración en particular ha demostrado voluntad de resolver la demanda. Agregamos a la demanda es compartida por la población indígena en general, donde se busca dar respuesta al desafío de brindar “igualdad de oportunidades” al acceso a la educación superior de la población indígena. Las medidas prioritarias a alcanzar, es la implementación de la política por medio de acciones de inversión estatal. Un plan de inversiones significa que existe la garantía que la política ha recogido el espíritu de participación del proceso reseñado en esta propuesta. Este plan de inversión es la base de la política pública, tal cual la han planteado los estudiantes indígenas por medio de la construcción progresiva de hogares.
Talleres
Talleres que hubieron durante el año, uno de estos fue en Valdivia
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